La liquidación del presupuesto evidencia que pese a haber aumentado los impuestos a los vecinos, el alcalde ha vuelto a gastar más de lo que se ingresa e incumple el plan económico-financiero

El Partido Popular de Vila-real ha puesto en evidencia el desastre de Benlloch ya que en la liquidación del presupuesto de 2017 que se ha presentado en un pleno extraordinario hoy se han destapado pufos y facturas impagadas desde 2013, 2014, 2015, también de 2016 y, por supuesto, de 2017.

El concejal del PP, Carlos Gil, ha lamentado “que una vez más asistimos a un desastre de gestión por culpa de un alcalde que piensa en el autobombo y no en la gestión responsable”. El edil ha advertido que “cada factura impagada es un problema que el Ayuntamiento genera a los vecinos de la ciudad y a los pequeños empresarios que trabajan para el Ayuntamiento y que sí tienen que pagar al día”.

De hecho, el pleno ha evidenciado que se ha incumplido de nuevo el plan económico-financiero ya que, en primer lugar, se ha incumplido el objetivo de estabilidad con un desfase superior al millón de euros. “El plan económico-financiero, que ya se tuvo que aprobar por culpa del alcalde después de gastar más de lo que se ingresa, marca que se debía acabar 2017 con un superávit de 317.240,35 euros y se ha cerrado con un déficit de más de 725.000 euros”.

Además tampoco se cumple la regla del gasto ya que se ha superado en más de 1,5 millones de euros el gasto permitido. Este hecho evidencia que “el único esfuerzo lo han hecho los vecinos de Vila-real a los que se les ha subido la contribución mientras el alcalde ha seguido gastando alegremente para comprar palacios y para salir en fotos”.