El tipo de gravamen, que establecía porcentajes por periodos temporales de entre el 18 y el 28%, se eleva ahora al 30% para todos los casos castigando las economías domésticas

El Partido Socialista impondrá a todos los vecinos de Vila-real una subida del impuesto de la plusvalía que atacará directamente a las economías domésticas. El impuesto que imponía el consistorio y que se cobraba en función de periodos temporales, oscilaba entre el 18 y el 28%. A partir de ahora, todas las operaciones se verán gravadas un 30%, indistintamente de los periodos temporales que anteriormente establecían una clara rebaja económica para los contribuyentes.

“Este es un ataque más del PSOE a las economías domésticas de los vecinos de Vila-real”, ha señalado Carlos Gil, concejal del PP en la ciudad. “Y desde el PP no podemos amparar esta operación fiscal que el alcalde pretende encubrir con operaciones de marketing”.

Para Carlos Gil, tal y como explica, “está muy bien que el alcalde anuncie que va a bonificar la plusvalía un 95% a las personas viudas, una propuesta que ya hizo el PP en su momento y a la que hasta ahora se había negado”. Sin embargo, “también debe explicarle a la población que va a imponer un gravamen general a todas las operaciones de venta o donación de un 30% cuando hasta la fecha se aplicaban porcentajes de entre un 18 y un 28%, según periodos de tiempo”.

Para el PP, “esta es una más de las operaciones propagandísticas del alcalde. Anuncia rebajas pero no informa del hachazo fiscal que impone al resto de la población doblando prácticamente el gravamen de la plusvalía, que se suma también al incremento del IBI aprobado por los socialistas para este ejercicio”.

Y, según explica Gil, “frente a las verdades a medias exigimos a Benlloch claridad y transparencia. Porque de igual modo que a las personas viudas se les va a aplicar un 95% de bonificación de la plusvalía, la ciudadanía también debe saber que se enfrenta a un incremento de este impuesto en el caso de que no accedan a este beneficio. Y está claro que se trata de una gran parte de la población, la mayoría, que también tiene derecho a saber que su alcalde, el socialista José Benlloch, les va a imponer un cargo desproporcionado en un momento en el que las familias se resienten por la subida de la cesta de la compra, la energía y la amenaza de cierre de empresas”.