Tener un trabajo que pueda garantizar al ciudadano un horizonte de prosperidad, desarrollo personal y familiar: esto es el empleo. Algo que hoy día no sucede en Vila-real ni, a juzgar por las decisiones del actual equipo de gobierno, tampoco va a suceder.

Actualmente, Vila-real tiene al 17,6% de su población en situación de desempleo. El 50% de sus mujeres están en el paro, como el 10% de los jóvenes menores de 25 años. La economía del municipio no atraviesa por una buena situación, y tampoco lo hacen sectores como los servicios -que registran un paro del 55%, la Industria del 19,2% o la construcción, con un 11%-. En situaciones críticas como esta, el vecino de Vila-real valora el esfuerzo de su ayuntamiento por mejorar su situación, por ayudarle a encontrar de nuevo ese horizonte de prosperidad hoy día solapado por un sinfín de políticas erráticas con cuya aplicación, el alcalde José Benlloch ha generado gastos estériles con los que el Ayuntamiento sólo ha conseguido engordar su deuda.

La mayor parte de expertos coinciden en la existencia de fórmulas que contribuyen a mejorar la economía, y sitúan la bajada de impuestos como un paso necesario para la senda de creación de empleo. La aplicación de planteamientos que contemplen bajadas de impuestos, reducción del gasto público y aplicación de políticas activas de empleo, traen prosperidad al ciudadano. Esto es lo que no está haciendo el Ayuntamiento, con José Benlloch a la cabeza. Sus decisiones no crean empleo -y a la triste situación de muchos vecinos de Vila-real me remito- ni controlan el gasto público en beneficio del ciudadano, como hemos podido comprobar con los constantes incrementos de gastos como las Atenciones Protocolarias a miembros del equipo de gobierno, cuyo presupuesto pasó de los 15.360 € presupuestados inicialmente a los 200.060 € de la primera modificación suplementaria, terminando en 273.697 € de la segunda modificación efectuada por un Alcalde, José Benlloch. Un Alcalde que también lleva gastados 144.000 € en la contratación de una asesora de imagen frente a unos ciudadanos que cada día se sienten más empobrecidos, que ven cómo su situación personal y su horizonte de prosperidad se estanca, sin un compromiso de actuación claro del Ayuntamiento que le permita encontrar un empleo y prosperar. Y es que a la errática política de generación de empleo del actual equipo de gobierno, sumamos la subida o congelación de impuestos. Es el caso del IBI, un impuesto cuya bajada, a pesar de prometida, ha sido aplazada un año más por José Benlloch pero que, gracias al esfuerzo del gobierno de Mariano Rajoy y su compromiso con los ciudadanos, baja este año en virtud de la ley 16/2013 que permitirá ahorrar a los vila-realenses 1,2 millones de euros de contribución. De no ser por esta ley de Mariano Rajoy, el recibo de la contribución subiría en Vila-real.

Héctor Folgado Miravet

Portavoz del Partido Popular de Vila-real