Que Benlloch haya gastado más de lo que se ingresaba desde 2014 ha hecho que el Ayuntamiento esté intervenido y que ahora el alcalde recorte en servicios fundamentales y suba los impuestos

Recorta en políticas de empleo, elimina el Festival de Danses y el Vila Beca, también recorta en el Servei Municipal d’Esports, en l’Estiu a l’Ermita y en fiestas, entre otros, para pagar caprichos como alquilar unas instalaciones deportivas privadas o en comprar el Gran Casino

Los peores pronósticos que el PP temía se están cumpliendo y Benlloch ha anunciado la aplicación de recortes históricos para poder pagar su pésima gestión que ha hecho que el Ayuntamiento haya sido intervenido.

El hecho de que Benlloch haya incumplido el techo del gasto desde 2014 ha hecho que el Ayuntamiento quede intervenido y Benlloch haya aprobado un plan económico y financiero. Para pagar caprichos como comprar el Gran Casino o la casa de Llorens Poy, el alcalde ha decidido subir los impuestos para el año 2017, como el IBI, cerca de un 10% y ahora haya decidido aplicar recortes históricos para la ciudad.

El portavoz del PP en Vila-real, Héctor Folgado, ha advertido que “el único responsable del agujero económico del Ayuntamiento es Benlloch que ‘ha estirat més el braç que la màniga’, que es lo que siempre hace la izquierda, y está provocando la ruina de un ayuntamiento saneado”.

El popular ha lamentado que “una vez se intervino el Ayuntamiento ya dijimos que iban a pasar tres cosas: subir impuestos, recortes y crear impuestos nuevos para recaudar más”. Para Folgado, “Benlloch se empeña en culpar al pasado de las ocurrencias que él tiene como comprar el Gran Casino para ponerse un despacho” o, por ejemplo, la última decisión: alquilar unas instalaciones deportivas privadas mientras, a la vez, anuncia recortes en el Servei Municipal d’Esports.

Los recortes son “muy graves” a juicio del PP e incluye eliminar ayudas a emprendedores, el programa Vila Beca, el Festival Internacional de Danses, el plan de reparación de aceras de los barrios, así como recortar en l’Estiu a l’Ermita o en las fiestas de septiembre. “Es una falta de respeto a la cultura, a la creación de oportunidades y a la gente de Vila-real y seguir usando mentiras para tapar su mala gestión”. “A Benlloch se le ha acabado el crédito y con mentir no puede seguir ocultando la verdad, por mucho que invierta en crear una burbuja mediática a su alrededor”, señala el portavoz popular.