La pasada semana Vila-real lanzó a través de las urnas varios mensajes que es imprescindible que sean entendidos y atendidos.

El electorado de centro-derecha mandó un mensaje claro al Partido Popular: los vecinos han padecido y padecen la dureza de la crisis, y es necesario redoblar esfuerzos para que los incipientes signos de recuperación lleguen cuanto antes a los ciudadanos.

Pese a esto es justo destacar que el Partido Popular de Vila-real ganó las elecciones, convirtiéndose de nuevo en la fuerza política más votada en nuestra ciudad consiguiendo cerca de 5.000 votos, 1.000 más que el Partido Socialista que ostenta la alcaldía.

Pese a la generalizada reducción de número de votantes en todo el país, el Partido Popular de Vila-real superó la media de votos conseguida por el PP nacional. Por contra el Partido Socialista de Benlloch se ubicó por debajo de la media de su partido a nivel nacional. Y esto, a nivel local, es un dato muy significativo.

Las elecciones dejan una izquierda completamente fragmentada, con un Partido Socialista en descomposición, que ha dejado de ser referente para los votantes de izquierda. Y dos partidos sumisos al Psoe, como IU y Compromís, que han dejado de ser alternativa.

Compromís e Izquierda Unida renegaron de su programa y traicionaron a sus votantes tan sólo por alcanzar el poder en el Auyuntamiento, y esto les ha pasado factura. La absoluta sumisión de estos partidos a las políticas dictadas por el PSOE en el Ayuntamiento de Vila-real han llevado a muchos votantes de izquierda de nuestra ciudad a buscar otras opciones que sí defiendan su ideario político.

Las críticas, a lo que algunos en redes sociales ya definen como «la falsa izquierda de Vila-real», han dado paso a la aparición de nuevos partidos que dicen defender ese espacio ideológico. Falta saber si estas nuevas formaciones políticas vienen a convertirse también en simples marcas blancas del PSOE o de verdad van a ser consecuentes con su programa y sus ideas, y tendrán el valor de defenderlas desde donde el pueblo los ubique.

Por mi parte, asumo el compromiso de trabajar por no defraudar a los casi 5.000 vecinos que nos dieron su confianza, así como también por dar razones suficientes a quienes no nos votaron para que de nuevo depositen su confianza en nosotros.

Trabajar por presentar el mejor equipo que junto al mejor programa, consiga atender las necesidades reales de nuestros vecinos, demostrándoles que para cambiar las cosas en Vila-real, y poder avanzar de nuevo, no debemos recurrir a políticas bolivarianas de patadas en la puerta o expropiaciones masivas.

Héctor Folgado Miravet

Presidente del PP de Vila-real