Siempre he pensado que hay tres cosas en la vida por las que merece la pena luchar; y créanme que va más allá de aquella vieja melodía sobre la salud, el dinero y el amor. En el pódium de prioridades, considero que la vida, la ley y las tradiciones de un pueblo copan ese vértice piramidal de las cosas más importantes de nuestra existencia y que todos debiéramos abanderar.
Y digo esto porque en los últimos días, una decisión del Tribunal Constitucional ha tocado de lleno dos de estos aspectos, confrontándolos, cuando en realidad no deberían entrar en contradicción alguna. La decisión del Alto Tribunal de ilegalizar la práctica del parany hace que ley y tradición choquen de manera frontal, ante el aplauso de quienes ni conocen ni quieren conocer nuestras raíces como pueblo, ni siquiera osan respetar el legado de generaciones de vila-realenses, en particular, y castellonenses, en general.
A los que creemos firmemente en la ley como verdad suprema no nos queda otra que acatar una decisión judicial, lo hacemos con el respeto que se requiere, pero no por ello tenemos que renunciar a nuestras tradiciones, a esa cultura que hemos heredado de nuestros padres y madres, de nuestros abuelos y abuelas. Ante esta paradoja, hoy más que nunca tenemos que poner el remedio para que ley y tradición vayan de la mano y hacer que la práctica del parany vuelva al redil de la legalidad, pero sin menoscabar la esencia misma de la tradición.
Ése debe ser el propósito y así vamos a trabajar desde el Partido Popular de Vila-real. Lo hacemos por convicción, por respeto a la ley y nuestra cultura, no como pose mediática tal como hace el equipo de gobierno de la ciudad, dividido entre quienes defienden a ultranza esta práctica y los verdugos de este legado. En el PP siempre respetamos las decisiones judiciales, pero también somos combativos a la hora de hacer frente a aquellas situaciones que consideramos irracionales.
Qué mayor injusticia que aquellos ataques infligidos en su día al Partido Popular por crear una escuela del parany en Vila-real. Ataques, precisamente, originados por una buena parte de aquellos que sustentan hoy el gobierno local y que bajo el sello ecosocialista olvidan una buena porción de sus reivindicaciones sociales, culturales y religiosas con tal de seguir en el poder. Ellos son conscientes del apego que los ciudadanos tienen a unas tradiciones que ellos no comparten, pero prefieren silenciar su posicionamiento ideológico con tal de garantizarse su continuidad en el cargo.
En el Partido Popular somos conscientes de que ilegalizar el parany es ir contra nuestras milenarias tradiciones, pero también sabemos que en un estado de derecho la ley está por encima de todo y de todos. De ahí que instemos a las autoridades autonómicas, estatales y europeas a abrir cauces de entendimiento que corrijan una situación que, como la actual, tanto agrada a quienes ni entienden, ni quieren entender quiénes somos ni de dónde venimos.
Estoy convencido de que en la práctica del parany es posible conjugar la vida, la ley y la tradición. Es solo cuestión de proponérselo. Desde aquí animo a ello y, desde el PP de Vila-real, abogamos por ello.
Héctor Folgado,
Presidente Partido Popular Vila-real
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Vos deixe el meu article d’opinió… Vida, llei i tradició del parany. http://t.co/XuT4SiPPYm
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